Si prefieres contemplar la vista panorámica de la ciudad de Almería antes de pasear por sus calles, no olvides hacer un alto en el camino para visitar la fortificación de la Alcazaba, desde la cual podrás disfrutar de Almería desde otra perspectiva. Con sus impresionantes murallas del siglo X forma, después de la Alhambra, la mayor fortificación morisca y un remanso de paz lejos del bullicio turístico.
En el centro de la ciudad, los elementos barrocos, góticos y clasicistas de la Catedral de Almería te cautivarán, ofreciendo una magnífica vista tanto desde el interior como desde el exterior. El edificio, del siglo XVI, no solo era un lugar de culto, sino que también servía para defender la ciudad. Si prefieres la arquitectura más moderna, encontrarás numerosos edificios del siglo XX en el centro de la ciudad, como la antigua estación de ferrocarril. En la zona residencial del barrio de la Chanca, las casitas blancas y coloridas ofrecen una estampa única de Almería. Por otro lado, si te interesa lo relacionado con la Guerra Civil, tienes la posibilidad de realizar una visita guiada por los pasillos subterráneos del "Museo-Refugio De La Guerra Civil".
En la zona conocida como Las 4 Calles (situadas alrededor de la calle Trajano), podrás descubrir la gastronomía y la vida nocturna de Almería gracias a la gran variedad de bares de tapas y pubs. Durante la época estival, abundan las terrazas de verano donde pasar de una agradable velada acompañada de música y baile, y contemplando el mar de fondo.
Después de un día de turismo por la ciudad, encontrarás varias playas en los alrededores para relajarte. Por ejemplo, la playa del Zapillo al sudeste de la ciudad o la playa del Mónsul, en el Cabo de Gata, que se encuentra un poco más al este.