Esta ciudad con más de 2.600 años de antigüedad, tiene mucho que ofrecer en cuanto a edificios de importancia histórica. El estatus de Marsella como la colonia griega más rica y grande del Mediterráneo en la antigüedad queda patente en el "Vieux Port", el Puerto Viejo, situado en el centro de la ciudad. Tras un paseo por el concurrido mercado de pescado a primera hora de la mañana, puedes dirigirte a alguno de sus museos, como el popular "Museo de Historia de Marsella". Después, merece la pena dar un largo paseo por las pintorescas callejuelas del barrio de "Le Panier", situado al norte del Puerto Viejo, con sus numerosos cafés, tiendas, estudios y galerías.
Muy cerca encontrarás la hermosa Cathédrale de la Major, con sus cúpulas de aspecto oriental. La segunda iglesia más importante de Marsella, Notre-Dame de la Garde, se encuentra a 160 m sobre el nivel del mar y ofrece una vista única del casco antiguo y la costa. También se puede ver desde aquí la construcción Château d'If en el islote de If, que se hizo famosa por la novela de Dumas "El Conde de Montecristo".
Las playas de Marsella, como la playa urbana "Les Catalans", son ideales para relajarse. El Palacio Longchamp, con su idílico jardín y sus dos museos, es también un lugar de recreo muy popular entre los lugareños. Si quieres terminar la noche a la marsellesa, baila al ritmo de conciertos de hip-hop en directo en el "Espace Julien" o disfruta de un cóctel y de las vistas del puerto en el histórico "Bar De La Marine".