Alquiler de coches en Lyon

“Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer”. Esta cita procede de la obra de Antoine de Saint-Exupéry "El Principito". El célebre autor nació en Lyon y este extracto podría aplicarse perfectamente a la ciudad del sureste de Francia. Las traboules, pasillos que atraviesan patios interiores de uno o de varios edificios y que permiten recorrer Lyon en secreto, son especialmente misteriosas. Además, hay muchos lugares de interés cerca de Lyon, destacando los idílicos viñedos. Explora Lyon y sus alrededores con tu propio coche de alquiler. Con el comparador de coches de alquiler de CHECK24 podrás encontrar fácilmente la oferta más barata.

Lyon es la tercera ciudad de Francia en cuanto a población con 500.000 habitantes. Dos colinas, la Fourvière y la Croix-Rousse, así como los ríos Ródano y Saona, que confluyen en el sur de la ciudad, conforman la pintoresca imagen de la ciudad. La proximidad a los Alpes, así como el acceso por barco al mar Mediterráneo, favorecen diversas influencias culturales y culinarias. Posiblemente, Lyon deba su fama de capital gastronómica de Francia a su excelente ubicación. 

El aeropuerto de Lyon Antoine de Saint-Exupéry (LYS) lleva el nombre del célebre escritor lionés y está situado en el sureste de la ciudad. Hay numerosos proveedores de alquiler de coches disponibles en el aeropuerto. Se tarda aproximadamente media hora en llegar al centro de la ciudad en coche. Lyon está rodeada de una enorme red de autopistas, por lo que se puede llegar fácilmente en coche a cualquier ciudad de los alrededores. Lyon también es fácilmente accesible en tren. El tren de alta velocidad TGV tarda solo 2 horas en llegar a la capital francesa, París, a 466 km de distancia. Una vez en la ciudad de Lyon, hay autobuses y tranvías que conectan las principales zonas urbanas. También es posible alquilar bicicletas, como alternativa al transporte público tradicional.

Lyon está directamente conectada con dos de las autopistas más importantes de Francia. La A6 parte desde París y lleva directamente a Lyon. La A7 a través del valle del Ródano, llega a la ciudad portuaria de Marsella, en la costa mediterránea. La A42 también es una vía relevante conectando Lyon con Ginebra y Estrasburgo. Además, hay numerosas carreteras secundarias en Lyon y sus alrededores. Gracias a ello, se puede llegar rápidamente a muchos lugares de la región de Auvergne-Rhône-Alpes que rodea la ciudad. Entre ellas se encuentran Vichy al noroeste, Grenoble al sureste y Saint-Étienne al suroeste.

¿Qué serían unas vacaciones en Francia sin vino? Una de las mayores regiones vinícolas de Francia, Beaujolais, se encuentra a solo 1 hora en coche al norte de Lyon. Visita sus pintorescos viñedos, bodegas e iglesias románicas hasta llegar a la impresionante roca caliza de Roche de Solutré. De camino a la bucólica campiña, haz una parada en la encantadora región de Villefranche-sur-Saône. Muchos edificios son de piedra arenisca, lo que confiere a los pueblos un ambiente cálido y acogedor, siendo uno de los más paisajes más bellos de la región de Lyon.

Rhône-Alpes atrae tanto en verano como en invierno. Con un coche de alquiler, puedes llegar a las cercanas estaciones de esquí en menos de 1 hora. Si visitas la estación en verano, en lugar de esquís, llévate botas de montaña para poder disfrutar del senderismo y las espectaculares vistas desde la cima. Aprovechando la ubicación de Lyon, puedes ir más allá de Francia y visitar Ginebra, en Suiza, a solo 1 hora y media. En una excursión de un día podrás caminar por la ciudad, junto al lago. Su bonito casco antiguo, los parques y las originales tiendas, te esperan en la ciudad más internacional de Suiza. Uno de los mayores atractivos de Ginebra es su fuente Jet d'eau, de 140 metros de altura, en el lago Lemán.

Majestuosa e impresionante, la basílica de Notre-Dame de Fourvière se alza sobre la ciudad. Se iba a inaugurar un nuevo campanario en 1852, pero una violenta tormenta frustró los fuegos artificiales previstos. En su lugar, los ciudadanos encendieron miles de velas, dando lugar a la fiesta de las luces que hoy conocemos. Desde el mirador adyacente, se puede disfrutar de una maravillosa vista de todo Lyon. En los días más claros, se pueden llegar a ver los imponentes Alpes desde aquí.

La subida al monte Fourvière te transportará a la época romana. Aquí podrás admirar dos antiguos anfiteatros, donde en verano se celebran grandes conciertos y representaciones teatrales. La visita también merece la pena en invierno, ya que el Museo Galo-Romano muestra impresionantes hallazgos de la época de los antiguos romanos. No podía faltar un museo de cine en la "Ciudad de la Luz". En Lyon, los hermanos Lumière inventaron el primer cinematógrafo en 1895 e hicieron posible la proyección de la primera película del mundo.